Tienes que
enfrentarlo, a veces las personas no se dan cuenta de que son el foco de los
problemas en el trabajo. Revisa aquí si tienes esos “síntomas”.
Hay jefes
malos en muchas empresas. Y cuando la mayoría ahí reunida, ya sea como
empleados o directivos, los acepta como lo que son, el negocio podría estar
atascado en un problema.
Este problema es el propio jefe.
Realmente intimidan cuando
interactúan en su “hábitat” (su territorio). Desde ahí lanzan gritos, insultos,
órdenes confusas, sin respeto por nadie, son temidos y empedernidos.
Para saber cómo reconocer los
síntomas de que eres un jefe malo y, por lo tanto, el problema que carga la
empresa y frena su desarrollo, te presentamos estos signos y esperamos te sirva
la posible solución:
¿Crees que todo el mundo es estúpido?
Podrás creer que pudiste cometer
errores en las contrataciones, cosa que hasta a los expertos les sucede, y
pensar que todo el mundo es estúpido. Si tus empleados malinterpretan tus
órdenes constantemente, es probable que no todos sean estúpidos, sino que
alguien no está dando correctamente las órdenes.
Solución: Necesitas ayuda para
comunicarte mejor. A veces, y si las posibilidades lo permiten, esto significa contratar
a un asistente para que interprete lo que quieres decir, pero estas personas
son difíciles de encontrar. Otra opción podría ser contratar a un coach
ejecutivo que se centre en las habilidades de comunicación. Una última opción
sería decidir acudir a una escuela de negocios para aprender diferentes formas
de gestionar al personal.
¿Tienes alta rotación?
Realmente tienes que evaluar el
costo que te genera estar contratando constantemente cuando tienes alta
rotación en tu personal. Quizás le tengas que echar un vistazo a tus prácticas
internas: no promueves a los empleados destacados. No has ofrecido un aumento
de sueldo en años o limitas el aumento a lo correspondiente con la inflación.
Respondes a la retroalimentación de manera negativa cuando alguien es portador
de malas noticias. No recompensas a los empleados con alto rendimiento.
Solución: Tienes que tratar a tus
empleados como miembros valiosos del equipo y no sólo como personas que te
deben las gracias por la eternidad por sus puestos de trabajo que les
ofreciste. Si generas un ambiente armónico, toda la naturaleza de tu empresa va
a cambiar.
Anónimos
Si dejan comentarios groseros y de
forma anónima en las oficinas y/o Internet, ¿tratarás de que los responsables
reciban su castigo? Estás muy equivocado.
Solución: Una persona que genera
respeto quizá lo es porque no actúa de manera déspota con sus empleados. Tienes
que empezar a cambiar esta actitud. Puedes iniciar encontrando cinco
características positivas de cada una de las personas que colaboran contigo.
Podrías realizar comentarios anónimos con éstas o mejoraría si fuera de manera
personal y público. Poco a poco encontrarás un cambio de actitud en la gente.
Mala reputación
Puede suceder que te hayas llegado a
pelear con algún empleado porque no consiguió al cliente, pero descubres que no
lo obtuvo porque los clientes no quieren hacer negocios con “gente como tú”.
Puede llegar a pasar que tienes un elevado precio de la oficina que rentas,
porque la empresa inmobiliaria tiene prejuicios contra cualquier grupo con el
que te identificas. Siempre hay algo y el común denominador parece ser el mal
jefe.
Solución: No tienes por qué enojarte
todo el tiempo. No puedes culpar a todos de todos los problemas. El problema
eres tú y debes empezar a considerar otro modelo de gestión interna para
solucionar esta falla enorme en la empresa.
Utilizas el miedo a tu favor
Alzas la voz para demasiado para que
la gente te escuche. Y no te basta con una ocasión en el día, esta situación
puede ser el cuento de nunca acabar. Realmente esto no es divertido, más bien
es un síntoma de un mal liderazgo. Si necesitas ser intimidante para que los
empleados te escuchen, quizás algún día no te entiendan y se confundan cuando
quieras ser amable con ellos.
Solución: reúne a tu personal y pide
disculpas por todos los gritos que has estado haciendo.
Diles que es un mal
hábito y vas a detenerlo. Cada vez que levantes la voz tendrás que poner $5
dólares en una jarra. Al final del mes, el personal puede tener una fiesta con
los fondos. Pero a cambio de tu falta de gritos, di a tu personal que espera
que se vea reflejado en su rendimiento en la empresa.
Tomado
de: http://www.quiminet.com/empresas/5-signos-de-que-tu-eres-el-problema-en-la-oficina-3736221.htm
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José G. Quintero E
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