Cuantos de nosotros no hemos escuchado esta
frase de algún amigo o familiar, en nuestros trabajo o en nuestros hogares, que
aunque no pareciera, debería preocuparnos.
El estrés en sí mismo no es necesariamente perjudicial. Todo
el mundo necesita objetivos y retos. Pero el exceso puede ser
perjudicial. En el trabajo, el preocuparse por los plazos, o por los retos
de una tarea determinada puede causar estrés.
Para saber cómo manejarnos ante este tipo de
situaciones, contaremos el día de hoy con una invitada de lujo, Ada Marina
Gonzales, Lic. en Psicología con mas de 25 años de experiencia, en la Especialidad
en Psicología Clínica y Psicoterapia Estratégica, se desempeño además como Psicólogo
Forense del CICPC, es también Profesora Fundadora del Instituto Universitario
de Policía Científica, en la Licenciatura de Ciencias Policiales y Profesora de
la UCAB en el Post-grado de Ciencias Penales y Criminológicas, además en su
ejercicio privado, ofreciendo Psicoterapia
individual, familiar y de pareja. Pueden contactarla a través del 0414-2387742.
Twitter: @Psigiam
Bienvenida Ada Marina a Tertulia Gerencia,
muchas gracias su tiempo y por ayudarnos a trasmitir el conocimiento,
quisiéramos empezar esta entrevista con la pregunta de rigor: ¿Qué es el Estrés?
Ada Marina
Gonzales:
“Lo primero que podemos decir, es que el estrés es una respuesta natural, necesaria y adaptativa del organismo para
la supervivencia, provocada cuando alguna situación es percibida como problemática, conflictiva, demandante y
afecta los órganos y funciones de todo el organismo. Los síntomas incluyen manifestaciones mentales, sociales y físicas.
Los más comunes son: cansancio, dolores de cabeza, dolores de espalda, tensión en
el cuello, indigestión, pérdida o incremento del apetito, estreñimiento o diarrea, erupciones, acné,
taquicardia, problemas en la respuesta sexual (Disfunción sexual), ansiedad,
insomnio, irritabilidad, depresión, frustración, apatía, disminución del sistema inmunológico, dificultades en las relaciones
interpersonales, entre otros.
Algunos autores
explican que hay que reconocer dos tipos de estrés, el eustrés o estrés positivo y el distrés o estrés negativo. Se habla de
eustrés cuando realizamos una actividad y el resultado es muy
satisfactorio, tal vez incluso mayor del que nos esperábamos. Por ejemplo: la
organización de una fiesta importante, que nos generó mucho estrés en el
proceso, pero nos dio grandes satisfacciones al final.
Por el contrario el
distrés, podría definirse como el estrés negativo, puede darse ya sea
por una exposición prolongada y continua a factores estresantes externos y es
una tensión emocional muy fuerte motivada por preocupación excesiva en
situaciones económicas, amorosas, de salud, laborales de estudio o similares.
TG: ¿Qué
pudiéramos hacer para evitarlo?
AMG: “El
estrés no es algo que podamos evitar, forma parte de nuestra vida. Cualquier
circunstancia o suceso que genere una respuesta emocional, puede causarnos
estrés. Por ejemplo, una situación positiva o agradable como puede ser el
nacimiento de un hijo o el matrimonio,
puede causarnos estrés, al igual que una situación negativa como la
pérdida de un ser querido, un divorcio, perdida del trabajo, porque nos demandan cambios y adaptaciones. También hay otras situaciones que provocan estrés y que surgen por
irritaciones menores como es estar muchas horas en tráfico. El problema no es
el estrés, es que recursos tenemos para
enfrentarnos al mismo. Lo que debemos hacer es aprender a reconocer
cuando estamos estresados y utilizar estrategias para disminuir el mismo. El
manejo del estrés se inicia con la identificación de las fuentes de estrés en
tu vida, esto no es tan fácil como parece. Tus verdaderas fuentes de estrés no
siempre son obvias y es muy fácil pasar por alto sus propios pensamientos,
sentimientos y comportamientos estresantes.
TG ¿Cuáles son las causas del estrés diario?
AMG: Entre las causas más importantes
tenemos:
1. No saber desconectarnos de los problemas.
Las dificultades del trabajo deben quedar en la oficina y las del hogar en la
casa. Si nos pasamos todo el día pensando en un problema este terminará por
estresarnos en alto grado. Por supuesto, no es algo fácil de conseguir pero con un poco de disciplina
mental lo podemos lograr.
2. Postergar la toma de decisiones. Dejar
para mañana lo que puedes hacer hoy, es una estrategia que se comporta como la
espada de Damocles, permanentemente encima de nuestras cabezas. Si has tomado
una decisión, cuanto antes la pongas en práctica mejor será. Así evitas que se
acumulen las tareas y los problemas y por lo tanto las tensiones.
3. No jerarquizar. El tiempo no es
elástico, el día tiene 24 horas y de ellas debemos usar algunas para dormir.
Aprender a jerarquizar tus prioridades es la base para eliminar el distrés. Así
al final del día no tendrás esa molesta sensación de no haber hecho nada.
Además, recuerda que deberás aprender a decir “no”, sin sentir culpa, y a
comprometerte solo con aquellos compromisos que realmente puedes cumplir.
4. Asumir una actitud pasiva. Te preocupas
más de lo que te ocupas; es decir, pasamos demasiado tiempo preocupándonos por
un hecho y sus consecuencias en vez de emplear esas horas en buscar una
solución y ponerla en práctica. La actitud proactiva es esencial para combatir
el estrés.
TG: ¿Cómo
saber cuándo necesitamos ayuda profesional?
AMG: Los
episodios de estrés que duran poco, representan poco riesgo para la salud
física y emocional. Pero cuando las situaciones estresantes se perpetúan en el
tiempo, porque no se han solucionado, el cuerpo y la psiquis se encuentran en
un estado constante de activación que genera desgaste a los sistemas biológicos
y psíquicos, comprometiendo seriamente la habilidad de los mismos de
defenderse. En conclusión cuando el estrés interfiere con la calidad de vida se
debe actuar buscando ayuda profesional.
TG: ¿Qué
recomendaciones nos pudiera dar para aprender manejar el estrés?
AMG: Lo primero que hay que
hacer es aprender a reconocer el estrés y lo que nos estresa, porque esto va a
variar de persona a persona y después utilizar alguna técnica que se adapte a
nosotros y nos permita controlar y manejar el mismo. Existen
una serie de técnicas generales sencillas de las cuales podemos valernos para
controlar el stress, dentro de estas se encuentran:
- Cambiar de actitud: Entendiendo que soy responsable de
controlar mi estrés, porque nadie lo va hacer por mí. Achacarlo al entorno asumiendo el papel de
víctima, con la creencia de que el estrés viene de fuera y, por lo tanto, no
tiene remedio, no es la solución.
- Mirar a su
alrededor: Vea si hay
algo que pueda hacer para cambiar
su situación, siempre existe alguna alternativa.
- Salir de la situación estresante:
Cada día dese un respiro, aunque tan
sólo sea por unos momentos, con alguna actividad que sea agradable para Ud.
- No
preocuparse por pequeñeces: Trate de
priorizar un par de cosas importantes y deje el resto para otro momento.
-Controlar
su pensamiento: Practique
despejar su mente de pensamientos perturbadores con pensamientos positivos.
- Aprender
a manejar la rabia, la molestia o el enojo de manera saludable: La
situación que le genera estrés está allí y lo que hay es que buscar la solución.
- Fijar objetivos realistas para Ud.: Reduzca
el número de compromisos en su vida diaria, en la medida de lo posible, y puede
que ello reduzca la sobrecarga de trabajo.
- No se sobrecargarse de trabajo: Preocupándose
por todo el trabajo que tiene pendiente. Maneje cada tarea como viene, o
selectivamente de acuerdo con prioridades.
- Tratar de ser positivo: Dese mensajes de
lo bien que van a salir las cosas, en lugar de pensar en lo horrible que se van
a poner, generando ansiedad y por lo tanto estrés.
- Tomarse
un tiempo para Ud.: Para socializar, ver películas graciosas, consentirnos
de alguna manera.
- Vivir
y disfrutar el presente: Valorando las personas, situaciones o circunstancias
favorables y positivas que tenemos actualmente.
- Utilizar
el pasado como experiencia y aprendizaje
y revivir sólo los momentos gratos.
- Pedir
ayuda cuando lo necesite: Comparta los problemas con alguien de confianza.
Busque ayuda profesional, si es necesario.
- No
hacer muchos cambios a la vez en su vida: Por ejemplo estar planeando una
boda a la vez que estoy cambiando de trabajo y buscando casa. Esto aumentaría
el estrés exponencialmente.
- Hacer algo
por los demás: Ello le ayudará a
olvidarse de usted mismo y de sus
problemas por un espacio de tiempo.
Por
último, al
combinar las técnicas anteriores con técnicas alternativas podemos
obtener un mejor resultado. Tales como: La músicoterapia, la aromaterapia, la hidroterapia, masajes relajantes,
yoga, ejercicios, el automasaje, la práctica de cualquier deporte, descansar y
dormir lo suficiente.
TG: ¿Podría
darnos alguna técnica o ejercicio puntual, que al momento de sentirnos
estresados nos ayude a manejar el estrés?
AMG: Hay un
ejercicio que es bastante fácil de realizar, solo requerimos concentrarnos un
poco: Cierre los ojos, haga una respiración profunda y piense en un
lugar donde
se sintió seguro, feliz y relajado. Pase allí unos minutos recordando todos los
detalles, y cómo se sentía de bien cuando estaba allí.
Otro ejercicio: pensar en nuestras vacaciones
ideales, donde estaríamos, con quien, etc. Lo importante es que esta actividad
nos desconecta de nuestras preocupaciones, por un rato, y nos ubica en
pensamientos agradables y por lo tanto nos ayuda a disminuir nuestras tensiones
y enfrentarnos mejor a nuestra vida diaria.
También podríamos
concentrarnos en nuestra respiración: póngase cómodo, cierre los ojos, respire lentamente por la nariz,
inspirando a toda su capacidad pulmonar, retenga brevemente la respiración y
sienta como se oxigena todo su cuerpo, posteriormente bote lentamente el aire
por la boca, visualizando como todas sus tensiones salen de su cuerpo.
TG: Ahora
bien para finalizar, ¿Puede realmente el estrés, puede matar a una persona?
AMG: Matarnos como tal no, pero el estrés mal manejado
puede llevarnos hasta circunstancias de muerte, porque es un desencadenante de
diferentes enfermedades que pueden causar estragos en nuestra salud:
En el plano fisiológico,
puede provocar trastornos cardiovasculares
o enfermedades cardiacas (hipertensión
arterial, taquicardias o enfermedad coronaria); respiratorias (asma bronquial o hiperventilación); gastrointestinales
(úlcera péptica, colitis ulcerosa y
estreñimiento); dermatológicas (sudoración
excesiva, dermatitis, perdida del cabello), musculares (tics, temblores, contracturas) , sexuales
( reducción del deseo sexual, impotencia,
eyaculación precoz, coito doloroso), ginecológicas (menstruación irregular, disminución de la fertilidad), psicológicas (trastornos de ansiedad, depresión, insomnio,
dificultades de atención y concentración, irritabilidad, agresividad) y disminución
de la capacidad inmunológica del
organismo.
Como recomendación final, es importante
buscar ayuda profesional cuando lo necesitemos, evitando caer en
automedicación, uso de alcohol o drogas para evadir los problemas y complicando
aún más nuestra vida y la de las personas que nos rodean, especialmente la de
nuestros seres queridos.
Gracias por llegar hasta acá, espero que esta
información le haya sido útil y que la compartas con aquellas personas que
creas que les será de utilidad, ayúdame
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José G. Quintero E.
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