Luego de la publicación del post La metodología Lego Serious Play,¿Qué es? y como ayuda a las organizaciones, una de mis lectoras me pregunto ¿Es
posible que una metodología aplicada a empresas, funcione en niños?
A primera vista pensé, ¿Por qué una metodología que ayuda
a desarrollar la creatividad de los adultos para solventar problemas en sus
organizaciones, no pudiese funcionar con niños? Y fui un poco más allá ¿Acaso
nuestros niños no nos pueden o inclusive ayudarnos a solventar problemas?
Para buscar respuesta a esta y a muchas más interrogantes
sobre el tema, busque la opinión de la Licenciada Valentina Stangarone (@vsp1704 ),
quien es Licenciada en Educación inicial y quien gentilmente nos dará su punto
de vista.
TG: Valentina, ¿Es posible aplicar la metodología Lego
Serius Play a nuestros niños?
VS: Gracias por considerar mi opinión para éste
trabajo tan bonito y productivo como el que realizas en tu blog, en cuanto a la
pregunta que me efectúas, desde mi punto de vista como Profesora en
Educación Inicial, es una excelente metodología ya que estimula la creatividad
y el desarrollo social del individuo y es excelente para trabajarla en el período de
pequeños grupos y con niños(as) mayores de 5 años, esto debido pensando en
la seguridad de los participantes, por lo pequeño de las piezas, lo que para niños
menores a la edad antes referida, sería un riesgo al poder introducirla en sus
bocas, además que sería genial que se trabajara como una escuela para padres.
TG: ¿Por qué sugieres trabajarla además como Escuela para
Padres?
VS: Para poder explicar esta pregunta, partamos del
concepto de ¿Qué es una Escuela para Padres?
De acuerdo a una definición
de
un
especialista en esta tarea, D. Fernando de la Puente, “las Escuelas de Padres son
una de las estrategias más interesantes para crear un ámbito de diálogo educativo acerca de
los fines y medios de la educación: ¿Por qué educamos?, ¿Cómo educamos?. Se inserta en el
área de la comunicación o conversación,
que
no
intenta lograr ninguna decisión
operativa a corto plazo, sino
solamente la reflexión, el diálogo, el
consenso” (De la Puente, 1999: 246).
En este
sentido se busca, ayudar a los padres a
interiorizarse en su propia experiencia de paternidad, a vivenciar sus vínculos
actuales, procesando sus vínculos pasados para rescatar lo positivo y no
repetir lo perjudicial, que ha causado dolor y sufrimiento. De allí lo
importante de La metodología Lego Serious Play en la ya dicha Escuela para
Padres. Y es que los profesionales de la educación
estamos convencidos de que
es
en
las
familias
donde
principalmente se transmite
la educación, los valores y creencias, la visión del mundo, por lo
que es importante que sea desde este ámbito de donde parta la reflexión
profunda que lleve al
conocimiento y a
la
convicción de lo que se quiere para los
hijos
y
cómo
hay
que
comunicárselo.
Para lograrlo
es necesario crear en las escuelas de padres un buen clima de
confianza (LSP) que les permita dialogar,
compartir experiencias, expresar sentimientos, dudas, opiniones,
problemas y así conseguir dar cuerpo y realidad a sensaciones imprecisas que no se llegan a verbalizar de otra
manera.
Es un deseo de formar a los padres desde un enfoque constructivista, que les permita elaborar por sí mismos, a partir de otras experiencias, el conocimiento adecuado para educar a sus hijos.
Se trata de
instruir a los padres para que, sintiéndose más seguros,
más serenos y con una autoestima
más alta, puedan establecer una comunicación fluida, grata y adecuada con sus
hijos, para solucionar diferentes tipos de situaciones que les generen
conflictos.
TG: Ahora bien ¿Son nuestros niños capaces de ayudarnos o
darnos un punto de vista de cómo resolver problemas usando esta metodología?
VS: Por supuesto que
sí, veámoslo desde este sentido:
Si un niño de cinco años es testigo del
momento en que su padre se lastima con un serrucho y corre a la casa hasta el
teléfono para pedir una ambulancia.
Si una niña de siete años, cansada de que
su padre la vaya a buscar tarde en sus visitas semanales, le compra un reloj
con una alarma para su cumpleaños y lo prepara para que suene una hora antes de
la hora en que debe ir a recogerla.
Quiere decir que nuestros niños SI son
capaces de ayudarnos a resolver un problema por más grave que sea y que mejor
que la metodología del Lego Serious Play para enfocar
situaciones de conflictos que se les presenten para que ellos puedan
exteriorizar las inquietudes que tienen y la solución de las mismas.
Lo que pasa es que, a menudo, no
reconocemos la plena capacidad de nuestros niños para resolver problemas y con
demasiada frecuencia nos abalanzamos para ayudarlos antes de que la ayuda sea
realmente necesaria, o suponemos que deberíamos tomar las decisiones en lugar
de ellos. Sin embargo, cuando estos tienen la oportunidad en una actividad de LSP,
son muy capaces de ver todos los aspectos de un tema y resolver problemas
complejos, mejorando la calidad de sus vidas y las de los demás.
Algunos padres pueden no dedicarle tiempo
a la enseñanza de capacidades para resolver problemas, creyendo con ingenuidad
que la niñez debería quedar lo más alejada posible de los problemas, pero si
pusieran en práctica la metodología Lego Serious Play, encontrarían una
estrategia ideal para explorar en las situaciones que les causan problemas a
sus hijos y como solucionarlas de la manera más idónea.
TG: ¿Cómo sería una actividad modelo para desarrollar la
metodología, podrías darnos un ejemplo?
VS:
Si la desarrollamos con el modelo de una Escuela para Padres, debería
contemplar los siguientes aspectos:
·
Que sea un lugar
de encuentro para intercambiar experiencias y reflexionar
·
Un medio para
depurar hábitos incorrectos en los padres (autoeducación)
·
Una herramienta
para mejorar la calidad educativa en la familia
·
Requieren una
asistencia sistemática y una programación
TG: ¿Bajo qué condiciones consideras que no es pertinente
aplicar un LSP?
VS: Pensando en la seguridad de los participantes, esta
metodología no debería ser aplicada a niños menores de 6 años, básicamente por
lo pequeño de las piezas, lo que para
niños menores a la edad antes referida, sería un riesgo al poder introducirla
en sus bocas.
Otro aspecto a considerar es que los niños(as) con edades
comprendidas entre 0-6 años manejan situaciones emocionales relacionadas con el
apego que en realidad proviene de los padres y que como niños logran
superar una vez que la figura significativa se separa de su entorno
social, por lo tanto les sería muy complejo poder plantear a través del
LSP este tipo de situaciones.
Como recomendación final la Licenciada Stangarone indico,
que si algún niño o niña en edad preescolar manifiesta algún inconveniente
socio-emocional y se quiera trabajar con éstos dicha metodología,
se le aplique en presencia de sus padres o representantes y en forma
dirigida con un especialista (psicólogo, psicopedagogo, terapista
conductual, entre otros).
Gracias por llegar hasta acá, espero que esta información
le haya sido útil y que la compartas con aquellas personas que creas que les
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José G. Quintero E.
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