Todos
tenemos algún hábito que cambiar. Algo que nos molesta a
nosotros, o a los demás.
Si deseas eliminar tus malos
hábitos y encaminarte hacia un mayor rendimiento, debes aprender a detectar los
factores que influirán en el éxito o el fracaso de un plan
para descartarlos por completo:
1. Explota los momentos de
motivación.
Querer un aumento, anhelar la
compra de una nueva casa, planear unas vacaciones deseadas o esperar una
promoción en la empresa son momentos clave para deshacerse de malos
hábitos en pro de lograr estos objetivos.
Por ejemplo, si realmente
deseas esa casa o ese viaje, te verás más motivado a gastar menos y, por
ende, a administrar mejor tus ingresos y egresos.
Si quieres un aumento de
sueldo o una promoción, sacarás el tiempo que jamás tuviste para autoevaluarte
y empeñarte más en lo que haces.
2. Llénate de detonadores de
motivación.
No es suficiente con encontrar
una motivación para hacer las cosas. Hay que recordarnos constantemente los
motivos por los que queremos superar ese mal hábito.
Colocar una foto de la casa
soñada en un punto de constante acceso visual ayudará a tener siempre claro
por qué hacemos ciertos sacrificios o trabajamos más duro.
3. Evita distracciones.
Son muchos los factores que
pueden acabar con el gran trabajo que implica eliminar un mal hábito. Anticipa
esos elementos y elimínalos antes de que destruyan los progresos realizados.
Si tienes que terminar un
proyecto dentro de un lapso determinado, administra los descansos y
evita las distracciones como radio, televisión e incluso Twitter.
Si buscas mejorar tu nivel
educativo, evita excesivos festejos y actividades sociales durante el tiempo de
estudios. Esto incluso ayudará a costear las especializaciones que deseas.
4. Sácale provecho al fracaso.
Un día en el que todo sale
mal, y no pudiste enfrentarte eficientemente a aquello que deseas eliminar es
también un momento de aprendizaje sobre todo lo que hiciste mal y ahora tienes
la oportunidad de corregir.
Si buscas manejar tu ira
y perdiste los estribos ante un compañero de trabajo, detecta los factores por
los cuales ese escenario sucedió y aprende a controlar tus emociones.
Aplicando esta filosofía ante
cada momento que se siente como un fracaso, es mucho lo que puedes aprender y
mejorar.
5. Lleva un diario.
Es importante que recuerdes
tus progresos y tus vacilaciones. Llevar un diario con esta información e
incluso con los aprendizajes obtenidos de cada situación ayuda a mantenerte en
balance sobre tu situación actual respecto al día en que te pusiste la meta de
eliminar ese hábito que te mantiene por debajo en tu empresa.
Este diario funciona como un
disparador de la motivación, por ser un registro eficiente de los progresos
que permite mantener el ánimo alto. ¿No te parece que ahora es el momento de
comenzar?
Tomado de: juanmanuelgarrido.com
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José G. Quintero E.
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