Los smartphones han entrado por la puerta grande de las
empresas. Empresarios y trabajadores disponen casi siempre de modelos que les
permiten compatibilizar su vida profesional y personal. Pero ¿Sabemos
utilizarlos sin invadir el espacio de los demás? La proliferación de estos
dispositivos ha provocado que cada vez más se hagan estudios sobre lo que ya se
conoce como “Mobile Etiquette” o lo que es lo mismo: el uso correcto de estos
terminales en distintas situaciones. Algunas de las recomendaciones que debemos
seguir son las siguientes:
¿Tienes
que contestar esa llamada?
Si estamos hablando con otra persona y realmente tenemos
que contestar esa llamada (lo normal es que nueve da cada diez llamadas puedan
esperar), tendremos la consideración de realizar lo siguiente:
A-Explicar brevemente a nuestro interlocutor por qué es
importante que contestemos el teléfono o por qué no puede esperar.
B- Movernos a un espacio adecuado en el que contestar
(unos diez metros puede ser suficiente).
El Smartphone
no entra en la reunión:
En un mundo ideal, el Smartphone se quedaría fuera de la
sala de reuniones. Pero como no lo es, al menos deberíamos hacer el esfuerzo
para evitar cualquier contacto visual con nuestro teléfono mientras estamos
reunidos.
Comprobar nuestro correo o nuestras redes sociales, en el
mejor de los casos indica que estamos distraídos y en el peor, que pensamos que
la persona que comparten sala con nosotros son poco importantes o que nos
aburren.
Devolver
las llamadas en un máximo de 24 horas:
Devolver una llamada de forma adecuada, demuestra
profesionalidad y respeto. Lo ideal es poder responder una llamada a lo largo
del mismo día o en un máximo de 24 horas. No obstante si prevemos no vamos a
poder hacerlo (nos encontramos en una reunión, de viaje, de vacaciones, etc.)
una buena idea puede ser la de grabar un mensaje adecuado en nuestro
contestador, acordándonos de llamar una vez volvemos a casa.
¿Estás seguro de que puedes hablar?
Saber en qué espacios podemos hablar y en cuales otros es
preferible no hacerlo, es esencial para no parecer una persona mal educada. Por
norma general tenemos que:
A- En bibliotecas, museos y
lugares de culto no debemos usar nuestro Smartphone bajo ninguna circunstancia.
B-En restaurantes la norma
ideal es evitar realizar o recibir llamadas, incluso si se trata de un espacio
ruidoso. De hecho, en muchos restaurantes puede que nos pidan amablemente que salgamos del local
si tenemos que hablar por teléfono, por
no hablar de las miradas de reprobación que recibiremos por parte del resto de
los comensales.
C-En eventos, conferencias,
sesiones de networking, etc., la norma a seguir es la de mantener nuestro teléfono
en silencio (o modo vibración) y salir del espacio en el que nos encontremos en
caso de que necesitemos recibir una llamada.
Utiliza
tu manos libres, pero sin gritar:
Cuando las conversaciones se
alargan, tener en nuestro teléfono “Pegado
a la oreja”, comienza a ser realmente incómodo. Muchas personas optan en estos
casos por dar rienda suelta a la potencia del altavoz de su teléfono, hablando
a distancia.
Es aquí donde entra en juego
más que nunca, la importancia de tener un buen manos libres a nuestro alcance. Teniendo
en cuanta eso sí, de hablar con el mismo
volumen que utilizaríamos si estuviéramos usando el auricular. La recomendación
no es baladí: muchas personas tienden a gritar cuando usan sus manos libres, quizás
creyendo que su voz no va a llegar “al otro lado” con la misma claridad.
El
politono ha muerto:
Nada ha hecho más daño a
nuestra imagen personal que el politono. Incluso la mejor de las canciones,
cuando entra a formar parte del tono de llamada de nuestro teléfono, nos pone
en evidencia.
Está bien que lo usemos en
nuestro espacio de tiempo personal, pero nunca, nunca, debe entrar en nuestro
horario de trabajo.
Tus
conversaciones privadas tienen que seguir siéndolo:
Evita mantener
conversaciones privadas en espacios públicos. Una regla que no solo aplica al
dueño de la empresa, sino a todos los trabajadores y a las personas que se
relacionan con la misma.
Y no únicamente por respeto, sino porque en más de una ocasión
puede que se nos “escape” información confidencial que acabe siendo escuchada
por las personas menos adecuadas (nuestra propia competencia, por ejemplo).
Al
volante, las conversaciones tienen que ser cortas:
Dado por supuesto el hecho de que si vamos a hablar en
nuestro vehículo tendremos que utilizar
un dispositivo “manos libres” es importante señalar que por seguridad, las conversaciones que mantengamos
mientras que conducimos tienen que ser cortas. Evitaremos especialmente las
discusiones o las conversaciones
acaloradas que en última instancia, son las que pueden provocar que
bajemos la guardia y tengamos un
accidente.
Protege
tu Smartphone:
Por último, una recomendación que no tiene que ver con la
buena educación, teniendo en cuenta la gran cantidad de móviles y smartphones
que se roban o se extravían, resulta hoy más recomendable que nunca que
incorporemos a nuestro terminal una solución de seguridad que pinga a buen resguardo
nuestros datos.
Quiero agradecer a los amigos del Escritorio Jurídico Sánchez
Castillo & Asociados (@EscritorioSCA),
quienes me hicieron llegar este material para su publicación.
Tomado de la pagina http://www.muypymes.com
Gracias por llegar hasta acá, espero que esta información le haya sido útil y que la
compartas con aquellas personas que creas que les será de utilidad, ayúdame a que más personas lo conozcan y se
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José G. Quintero E.
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