Reaccionar ante situaciones de manera racional sin
caer presa de las emociones puede impulsar tu carrera.
Las personas son emocionales antes de ser racionales; la lógica hace que
las personas piensen y los sentimientos hacen que actúen, dice Bruce Clarke,
presidente de la empresa estadounidense de Recursos
Humanos, CAI. El directivo asegura que una inteligencia emocional fuerte es la
clave para tener éxito profesional.
La inteligencia emocional (IE), término acuñado
por el autor Daniel Goleman, define la capacidad de una persona de
controlar sus propias emociones para reaccionar ante los sentimientos de
otros y así manejar sus diferentes relaciones.
Es decir, es saber reaccionar ante diferentes situaciones de manera racional sin caer presa de los propios
sentimientos.
El ser humano es también conocido como el animal social por su necesidad
innata de relacionarse con otros individuos, y el mundo de los negocios no es
diferente. Según el experto en consultoría y desarrollo profesional Martyn
Newman, los trabajadores con una fuerte IE son muy valiosos para las empresas
porque generan fuertes relaciones con sus compañeros de trabajo, saben manejar
bien las situaciones estresantes y saben entender a sus colegas.
En su blog semana, Clarke asevera que un buen líder empresarial debe
tener una fuerte IE ya que eso le permite contratar a los candidatos más
eficaces para su compañía, manejar los problemas de crecimiento
de un negocio y enseñar más adecuadamente a sus equipos.
Saber manejar nuestros sentimientos tiene un efecto real en cómo nos
desempeñamos en el trabajo. Un estudio de 2011 en Reino Unido arrojó
que la preocupación debido a los altibajos económicos por los que pasa
Europa impulsó a los empleados a instalarse en un “modo de supervivencia” que
los hizo proteger a toda costa su trabajo, haciéndolos poco susceptibles al
cambio, debilitando su respuesta al estrés e incapaces de distinguir
oportunidades de negocios.
El informe, reportado por The Guardian, apunta que tener un pobre
manejo de las emociones en tiempos de alto estrés hace que las personas tiendan
a desestimar el trabajo de sus compañeros impulsando conductas como el mobbing.
Clarke ofrece estos cuatro consejos para equilibrar la inteligencia
emocional en el ámbito laboral.
Analízate a ti mismo
Conoce cuáles son tus emociones típicas y cómo respondes a diferentes
clases de situaciones emocionales. Sé honesto contigo mismo para saber cuáles
emociones son las que más afectan tu desempeño laboral (envidias profesionales,
reacciones al estrés, inseguridades) y trata de tomar responsabilidad por tus
actos.
No olvides que siempre puedes recurrir a ayuda psicológica profesional
si consideras que necesitas ayuda para entender tus reacciones.
Escucha, no oigas
Muchas veces le ponemos “silencio” a las cosas que no queremos o no nos
interesa escuchare, como un problema con un compañero, y las conversaciones se
quedan como ruido de fondo. Una persona con alta IE sabe enfocar su
atención a lo que los demás de verdad están diciendo, aunque no sea algo que le
agrade o interese particularmente.
Trata de enfocar tu mente a lo que los demás realmente están comunicando
y haz un resumen mental de lo que crees que te está diciendo y si lo necesitas,
puedes hacer preguntas para clarificar algún punto.
Te sorprendería lo que se puede aprender cuando guardas silencio y
realmente se presta atención, además profesionalmente te ayudará contar con
toda la información posible para tomar decisiones claras y efectivas.
Recuerda, tienes un lenguaje corporal
Los seres humanos siempre estamos comunicando con el cuerpo aunque
guarden silencio sus palabras.
Trata de observar si el lenguaje corporal de
las personas va de acuerdo con lo que están diciendo de forma oral. Observa las
expresiones faciales, los tonos de voz, los movimientos de los ojos, etcétera.
Es posible que una conversación laboral tome un tono completamente
distinto una vez que se toman en cuenta el lenguaje corporal.
Identifica que te causa estrés
Existen miles de factores que pueden hacer que una persona llegue a su
punto de quiebre y reaccione de cierta manera a una situación que no lo
requería. Por ejemplo, un problema en casa puede tensionarte lo suficiente para
que le grites a un compañero de trabajo.
Identifica qué es lo que te causa estrés, practica tu
capacidad para mantener la calma y prueba mecanismo de gestión de tensión como
meditación, pintura, ejercicio, etcétera.
El punto es saber manejar la frustración de manera sana pues una
persona con alta IE evita descargar su tensión con otras personas.
No olvides que lograr un buen manejo de las emociones no es algo que se
logre de un día para otro, es más bien un trabajo constante.
Para ti, ¿qué otras actitudes son señales de
una alta inteligencia emocional?
Tomado de: http://www.altonivel.com.mx/
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José G. Quintero E.
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