El Dr. Martin Obschonka, de la
Universidad de Jena, dice que empresarios frecuentemente se dedican a “romper
reglas productivamente”.
A Olly Olsen no le fue muy bien en el
colegio.
“Oliver es por lejos el peor alumno que
he tenido en mi carrera en esta escuela pero, quizás, algún día, conducirá un
Rolls-Royce”, escribió su entonces director del colegio cuando Olly Olsen tenía
10 años de edad.
Ahora, a los 40, Olsen emplea a 80
personas en Office Group, una empresa inmobiliaria que proporciona espacios
flexibles de oficina y tiene una facturación anual de US$40 millones.
A pesar de una completa falta de
interés en la escuela -donde vendía dulces, manejaba las apuestas por partidos
de fútbol y no iba a clases-, Olsen tiene éxito en el competitivo mundo de los
bienes raíces.
“Quería demostrarle a mis maestros que
no era bruto y podría llegar a ser un éxito”, le dice a la BBC.
La experiencia de Olsen es más común de
lo que se podría pensar y una nueva investigación sugiere que la rebeldía adolescente puede proporcionar
valiosas experiencias.
Para explorar el asunto, investigadores
alemanes y suecos utilizó datos del seguimiento que se les hizo por más de 40
años a mil niños de una ciudad sueca.
Descubrieron que, en comparación con
aquellos que no fundaron sus propios negocios, los empresarios tendían más a
haber mostrado un comportamiento antisocial en la adolescencia.
El tipo de conducta que calificaban
como antisocial incluye:
A-Quedarse fuera de casa más tarde de lo permitido
B-Ausentismo escolar
C-Hacer trampa en los exámenes
D-Emborracharse
E-Fumar marihuana
F-Hurto
G-Merodear en la ciudad por la noche
En el caso de actividades criminales
más serias, no fueron consideradas como predictores de la capacidad empresarial
en el futuro.
Chicos malos
Además, la relación sólo se aplica a
los emprendedores masculinos: los investigadores no encontraron pruebas de que
las adolescentes problemáticas fueran más propensas a crear sus propias firmas.
El Dr. Martin Obschonka, de la
Universidad de Jena, uno de los autores del estudio, dice que empresarios
frecuentemente se dedican a “romper reglas productivamente”.
Su investigación sugiere que leves
actos de rebeldía en la adolescencia pueden ser un precursor de esa útil
habilidad.
“Los datos
sugieren que la rebeldía de los adolescentes contra las normas socialmente
aceptadas y el cuestionamiento temprano de los límites no conduce
necesariamente a una vida criminal y antisocial”.
“Más bien puede ser la base para un
emprendimiento productivo y socialmente aceptable”, añade.
En su informe, Obschonka habla de Bill
Gates, el fundador de Microsoft, y una foto que le fue tomada por la policía de
Albuquerque en 1977.
Gates, quien tenía 22 años en ese momento,
fue arrestado por pasarse una luz roja y conducir sin una licencia. Se pregunta
si la foto podría confirmar el estereotipo de los empresarios como aventureros
sin ley ni orden.
Ángel inversor
Doug Richard, fundador de una escuela
para que empresarios elaboren modelos de negocio, rechaza esa imagen.
Como inversionista Richard, ha visto
miles de personas deseosas de iniciar sus propios emprendimientos.
“Lo que me sorprende es la gran
diversidad de personas que veo. Cada vez creo menos en ese concepto idealizado
del emprendimiento, la noción de que la persona tuvo que haber sido un nadie
para convertirse en un empresario exitoso”, le dice a la BBC.
“Gente de toda clase logra que sus
empresas funcionen y se desarrollen bien”.
No obstante, el mismo Richard encontró
que su escolarización en Estados Unidos no lo retaba y convenció a las
autoridades a que lo dejaran irse sin terminar la secundaria, para unirse a la
tripulación de un buque de investigaciones en el océano.
“Yo era una persona introvertida, poco
social y tranquila, pero para ser justos con la investigación, no le presté
mucha atención a las reglas así que me metí en problemas. No iba a clase”,
confiesa.
Richard estudió psicología y derecho, y
fundó exitosas empresas de programación y equipos de computación.
Para él, una buena idea, la persistencia y una pizca de suerte son los
ingredientes claves del éxito en los negocios.
Y señala que sólo porque la
investigación encontró un vínculo entre los años de adolescencia rebeldes y
posterior éxito en los negocios, eso no significa que uno causa lo otro.
“No son tan
tontos”
El profesor Peter Saville ha estado
interesado en las motivaciones de la gente de negocios por mucho tiempo, tanto
como investigador en el campo de la psicología industrial y organizacional y
como por ser él mismo un empresario.
Él es menos crítico de las conclusiones
de la investigación.
Según su opinión, rebelión adolescente muestra “energía y
vitalidad” y los empresarios “no suelen ser tan estúpidos como para cometer
delitos graves”.
Su propia adolescencia fue agitada. El
punto culminante (o quizás un bajón desde la perspectiva de los padres) fue una
broma que se salió un poco de control y resultó en un gran incendio en unos
terrenos baldíos cerca de su casa.
Tal vez la última palabra la debe tener
Olly Olsen, quien desesperó a su director de escuela con su lamentable
rendimiento escolar.
Él asegura que sin su cofundador,
Charlie Green, su compañía no sería el éxito que es hoy. A Green le fue bien en
la escuela, fue a la universidad y les causó mucho menos estrés a sus padres.
Tomado de: http://molinaibanezconsulting.blogspot.com
Gracias por llegar hasta acá, espero
que esta información le haya sido útil y que la compartas con aquellas personas
que creas que les será de utilidad, ayúdame a que más personas lo
conozcan y se beneficien, ¿Cómo?:
Envíalo por correo,
Tuitéalo, Compártelo en Facebook o Dale un +1 al artículo
Recuerda seguir visitando mi blog y
dejar tu comentario, para mí tu opinión es muy importante.
¡Gracias por tu ayuda
en este camino de ayudar!
José G. Quintero E.
Twitter: @TGerencial
Email: tertuliagerencial@gmail.com
www.tertuliagerencial.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario