Es un concepto lógico, para mejorar necesitamos poder comparar, es necesario tener una referencia cuantificable de lo que queremos superar.
Para llegar a ser el Nº 1 en el
ranking de la ATP de tenis necesitamos saber en qué puesto del ranking estamos
actualmente o si queremos alcanzar una determinada marca de salto de longitud
necesitamos saber cuál es nuestra marca actual.
De esta forma podemos saber la diferencia entre a
dónde estamos y dónde queremos llegar, y conociendo la diferencia
podemos poner los medios necesarios para alcanzarla.
¿Qué ocurre
si no medimos o cuantificamos nuestra actividad? Muy sencillo, es imposible
fijar un objetivo.
Recordemos las propiedades que debe tener
un objetivo. Un objetivo debe ser SMART,
la traducción literal al español "INTELIGENTE",
y es un acrónimo compuesto por:
·
S (Specific) Específico
·
M (Measurable) Medible
·
A (Achievable) Alcanzable
·
R (Realistic) Realista
·
T (Time-bound) Limitado en el tiempo
Es muy difícil ser Nº 1 del ATP si ni
siquiera sabemos jugar a tenis, el objetivo sería específico, pero no sería
medible puesto que somos incapaces de determinar nuestro nivel, no es alcanzable (ni con un milagro), no es realista (no
hace falta incluir ningún comentario al respecto) y tampoco es limitado en el
tiempo ya que aunque empezásemos hoy a jugar a tenis todos los días estaríamos
a literalmente a “años luz” de alcanzar algún puesto del ranking de la ATP.
Si no podemos
fijar un objetivo SMART es imposible poner los medios necesarios para
alcanzarlo.
Supongamos que nos ponemos en la piel
de Rafa Nadal cuando estaba en
el puesto Nº 3 de la ATP, y su objetivo era alcanzar el Nº 1, ¿pensáis que Rafa
tenía un plan para conseguirlo? ¿O por el contrario pensáis que estaría
esperando a ver qué ocurre con sus contrincantes (si pierden o tienen alguna
lesión) y con suerte alcanzar el Nº 1? Como se suele decir, sentarse a verlas
venir.
Rafa, podría haber tenido un plan
como el siguiente, ganar 2 de los 4 gran slams, ganar 4 torneos Máter 1000 y
para conseguir esto tendría que mejorar la velocidad de su saque un 25%,
conseguir cero lesiones, mejorar un 30% sus golpes ganadores, incrementar un
40% los puntos de segundo saque.
Cómo podéis observar su plan estaría
compuesto por objetivos y subobjetivos específicos y cuantificables o medibles
y por supuesto realistas, alcanzables y para un periodo de tiempo específico.
En términos empresariales llegar a ser el Nº1 y ganar los
diferentes torneos serían objetivos estratégicos y el resto objetivos
operativos.
Si trasladamos los objetivos
definidos de forma gráfica podría quedar de la siguiente manera, en términos de
gestión se denominaría un "Mapa
Estratégico"
Entonces, ¿qué puede hacer Rafa para conseguir
estos objetivos? Seguramente tendría un "Plan de Entrenamiento",
acciones, plazos de tiempo, responsables…. Es decir, horarios de entrenamiento,
planes de ejercicios, entrenadores para cada ejercicio… Y sobre todo un control
y seguimiento de las acciones y los medibles para saber si puede conseguir o no
su principal objetivo.
Seguramente tendría máquinas de medición que tomen datos de la velocidad
de su golpeo, y gente de su equipo que registre las cifras para elaboración de
estadísticas con la finalidad de evaluar su nivel de rendimiento.
En una empresa la toma de datos y la
planificación de objetivos no son diferentes a la que pueda tener un jugador
profesional de tenis. El
concepto es el mismo.
Medir los aspectos clave del negocio
para saber dónde estamos, fijar objetivos SMART para saber dónde queremos
llegar y tener claros qué medios son necesarios para conseguir las metas
propuestas.
La toma de datos es sencilla ya que
toda la información fluye por la empresa y suele estar concentrada en un ERP.
Los objetivos no se encuentran en la
mente del equipo directivo, no solo los conocen ellos, los objetivos son
plasmados en un documento a través del cual se
comunica a toda la empresa el camino que hay que seguir.
El documento es el Cuadro de Mando Integral. Una herramienta que
evalúa el nivel alcanzado en cada objetivo de forma simple y clara.
El Cuadro de Mando es la herramienta
que nos dice si vamos por el buen camino o por el contrario necesitamos
rectificar, mejorar o asignar más recursos para llegar con éxito a la meta,
resumiendo:
·
Mide los aspectos clave de tu empresa
·
Establece objetivos SMART para mejorar los aspectos clave
·
Plasma los objetivos
en un documento como El Cuadro de Mando Integral
·
Elabora un Plan de Acción para alcanzar los objetivos
·
Realiza Control y Seguimiento de los Objetivos en El Cuadro de Mando
Integral y el Plan de Acción
·
Establece medidas correctoras para los medibles que están muy por debajo
del objetivo marcado
Siguiendo
esta metodología y con un poco de práctica tienes muchas posibilidades de
mejorar los resultados de tu empresa.
Tomado
de: http://www.negociosyemprendimiento.org
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José G. Quintero E.
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