Tener un balance no es una tarea imposible, sino cuestión de planificar y
cumplir ciertos puntos; para lograrlo debes respetar horarios, poner límites y
designar un tiempo específico a cada tarea.
Hallar un equilibrio entre la vida laboral y personal parece una misión
imposible, digna de una súper producción hollywoodense, sobre todo si se toma
en cuenta el ritmo actual y la demanda de eficiencia a causa de la crisis.
No todo está perdido, existen algunas acciones
concretas que ayudan a balancear estos ámbitos sin descuidar ni el trabajo, que
es tu sustento, ni tu vida personal y familiar.
"La falta de planeación y una deficiente
administración del tiempo son las principales causas que impiden encontrar este
equilibro, pues causan un bajo desempeño y le ‘roban' espacio a los asuntos
personales", dijo la investigadora de la Facultad de Pedagogía de la
Universidad Panamericana (UP), Margarita Espinosa.
Cuando alguien está ‘casado con su trabajo' no sólo
atenta contra su calidad de vida, los costos se reflejan además en fatiga
crónica, que ocasiona menor productividad, asegura la especialista en Análisis
de Distribución del Tiempo del Tecnológico de Monterrey Estado de México, Aixa
Lanett Powell.
Este desequilibrio también afecta a tu familia y
amigos, pues dejas de dedicarles el tiempo necesario para fortalecer estas
relaciones, concuerdan las especialistas.
Una de las consecuencias más graves es el aumento
en las expectativas laborales, ya que la exigencia en tus resultados y
responsabilidades es mayor, lo que provoca un círculo vicioso, el
cual inevitablemente termina comiéndose a la persona, opinó el experto en
manejo de Recursos Humanos, Alberto Álvarez Morphy.
Pon manos a la obra
Algunos consejos para que logres un balance son:
1. Planea: Para poner
orden al caos, es necesario un registro donde escribas tus labores de una
semana, incluyendo las profesionales y personales. Analiza la prioridad de cada
tarea y deja de lado las pequeñeces. "Evita perder tiempo en cosas sin
importancia, recuerda que a veces hay que dejar algunas cosas para hacer otras
más importantes", dice Lanett. Así que comienza por fijar prioridades.
2. Aprende a decir no: Siempre se
vale decir que no, sobre todo en el trabajo y siempre y cuando las negativas se
encaminen a reducir las horas extra de tu empleo. Una buena herramienta es
enfocarte en tus prioridades y en las tareas que están dentro de tus
posibilidades para evitar acumular tareas y obligaciones. "Lo demás
sobra", señaló Espinosa.
3. Deja el trabajo en el
trabajo: Suena fácil y lógico, pero es rara la persona que cumple con esta
primicia. "No es saludable que mientras cenas con tu familia o amigos
piensen en la montaña de papeles sobre tu escritorio, debes poner barreras
físicas y emocionales entre tu vida y trabajo", aseguró el director
general de Bumeran.com México, Mateo Cuadras.
4. Date un respiro: En tu agenda
reserva un tiempo específico para una actividad que disfrutes, puede ser para
salir con tus amigos, tu pareja, estar con tus hijos o simplemente para leer un
buen libro o jugar videojuegos. El punto es que te relajes. Un buen tip es
asignar una noche de recreación, donde la computadora y celular están
prohibidos, ese tiempo debe ser para estar con tus seres queridos.
5. Comparte la carga de trabajo: Todos creemos
que nadie es capaz de hacer las cosas tan bien como nosotros, pero siempre se
necesita apoyo. "El arte del liderazgo radica, en gran parte, en el arte
de saber delegar", explicó Espinosa. Ello no significa que otros hagan tu
trabajo, pero sí que compartan responsabilidades.
6. Toque de queda: Dejar la
oficina a una hora determinada es una gran estrategia para obligarte a salir
temprano. Para que funcione debes comprometerte, para concentrarte más en el
día y evitar atrasar tareas que te obliguen a quedarte más tiempo en la
oficina. Prueba terminar media hora antes de la hora de salida, así podrás
tener un margen para responder mails, planear el día siguiente o adelantar
alguna tarea.
7. ¡Concéntrate!: No desperdicies
tu tiempo en distracciones, para ser más productivo y tener tiempo libre es
vital que te concentres en lo realmente importante. Por ejemplo, si trabajas a
la mitad de tu capacidad en la mañana, intenta hacerlo al máximo hasta terminar
esa tarea y después tómate un receso.
8. Finalmente, si eres de los que
llegan a las 8: 10 y entras a la 8:00 am, intenta cambiar tu actitud y esfuérzate por
llegar temprano, verás que vale la pena anticiparte cinco minutos a cambio de
terminar temprano.
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José G. Quintero E.
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