He visto que cuando de
confrontación se trata existen dos grupos de personas, las que se les hace
difícil (como yo) y las que se les hace sumamente fácil.
Sin importar en cual lado te
encuentres, es importante tomar en consideración los siguientes aspectos que
aprendí de John Maxwell en su libro “Desarrolle los Líderes que están Alrededor
de Usted”.
1- Confrontar rápido: Evitar la confrontación
empeora la situación y le quita al individuo la oportunidad de aprender.
Mientras más tardo, menos me gusta hacer lo que debo. Ésta ha sido la falla más
grande de mi parte hasta el momento. Cómo no me gusta confrontar, decido
esperar hasta el día siguiente, la semana siguiente… hasta que explota.
2- Separa
la Acción de la Persona: Desarrolle
el hábito de confrontar a la acción y no a la persona. A la persona se le
continúa animando y apoyando. Es muy diferente decirle a una persona que actuó
de una manera irresponsable en un momento específico que decirle que es un
irresponsable. De esta manera se comunica que el problema es algo ajeno a los
dos y que se puede atacar y corregir como equipo.
3- Confronta
sólo cuando la Persona pueda Cambiar: Si se confronta a alguien por algo que
no puede cambiar, sólo traerá frustración y dañara la relación líder-individuo.
4- Siempre
Brinda el Beneficio de la Duda: Tenemos que partir del punto que la persona tiene
buenos motivos. A veces olvidamos que la mayoría de las personas son buenas y
quieren dar lo mejor de sí. En el momento que internalizamos este concepto, la
confrontación se hace más fácil y productiva.
5- Sé
Específico: Si
no puedes ser específico en lo que necesitas confrontar, probablemente el
equivocado seas tú. Ser específico ayuda a la persona a enfocarse en qué tiene
que hacer para mejorar. Por ejemplo, comentarle a una persona que su
presentación estuvo deficiente no es suficientemente específico. Por el
contrario, si se le dice que a su presentación le faltaron los datos del
crecimiento de las ventas por región y los resultados del estudio de mercado,
lo hace más específico.
6- Evita
las palabras “Siempre” y “Nunca”: Las palabras “siempre” o “nunca”
son absolutas y rara vez se aplican a la realidad. Estas palabras llevan la
falla al extremo y causan reacción inmediata por parte del individuo. Cuando
hay una falla repetitiva, es mucho mejor ser específico tanto en la falla cómo
en la cantidad de veces que se ha repetido antes de utilizar las palabras
“siempre” o “nunca”.
7- Dile
a la persona cómo te sientes: Sin caer en la manipulación, es importante
comunicar cómo uno se siente respecto a lo sucedido. Si uno se siente
irrespetado, manipulado, dolido, traicionado, etc. uno debe comunicar el
sentimiento. Es importante para la persona entender las consecuencias de su
acción.
8- Dale
a la Persona un Plan de Acción para Corregir el Problema: No hay nada mejor que al
momento de detectar un problema colaborar con la solución del mismo. Muchas
veces dejamos a la persona sola para que resuelva un problema que no tiene la
capacidad de resolver. Es esos casos, el líder debe invertirse en la persona y
trabajar en el plan de acción para enseñarle por medio del ejemplo como salir
del problema.
9- Ratifica
al Individuo como Persona y Amigo: La confrontación se hace como un
sándwich, primero el pan (suave), luego la carne (confrontación) y luego el pan
(ratificar a la persona). Siempre después de confrontar se debe resaltar las
fortalezas y virtudes del individuo y comunicar por qué es clave para la
organización.
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José G. Quintero E
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