Todo profesional busca subir de
puesto en su empleo, pero no todos tienen las herramientas para enfrentarlo.
Prepárate con inteligencia emocional.
Hablar de un ascenso laboral no sólo
implica mejor puesto de trabajo, mayor número de obligaciones o un aumento salarial; enfrentarte a esta gran responsabilidad también necesita preparación y dedicación ante las adversidades que están por
llegar.
Muchas de las preguntas que llegan a la
cabeza después de decir “sí, acepto” son:
¿Podré enfrentar el nuevo empleo? ¿En
verdad tengo las capacidades para este trabajo? ¿Seré un gran líder? ¿Cómo debo
relacionarme con mis colaboradores ahora que soy su jefe? De acuerdo con Katia
Villafuerte, profesora de la Licenciatura en Administración y Negocios
del Tecnológico de Monterrey, para todas estas preguntas se necesita
sólo una respuesta: “inteligencia emocional”.
“Aceptar un mejor puesto es convertirse
en un líder para cada uno de nuestros colaboradores, pero para enfrentar esto,
se necesita ser una persona emocionalmente inteligente, una persona que
sepa desarrollarse y desarrollar, debemos entender a nuestra gente para que
ellos comprendan las necesidades de la organización (…) para algunos expertos,
a esto se le llama ‘terminar con la era del líder’”, comenta la experta.
Pero… ¿cómo llegamos a este estado
emocional? Según la especialista del Tecnológico de Monterrey, encontrar un
balance y reciprocidad cuando inicias un ascenso sólo se logra a través de
las cinco dimensiones de la inteligencia
emocional.
Inteligencia emocional para enfrentar un ascenso
1. Empatía
Llegar a un mejor puesto de trabajo no
significa que lo sabes todo, si bien es cierto que uno de los porqués de tu
ascenso fue tu conocimiento, también es cierto que la mejor característica que
pudieron encontrar en ti es tu habilidad para ser un gran guía.
“Es momento de ser una persona mucho más política, debes aprender a mejorar las relaciones interpersonales con un nivel de inteligencia
emocional muy alto, debes aprender a influir en tu equipo de trabajo, tu nuevo
rol es la empatía”, dice la experta.
Ser empático significa reconocer tus emociones, saber de dónde vienen, con qué fortalezas y debilidades cuentan y qué tanto puedes impactar a
los demás, de esta forma, sabrás con cuánto debes contar y qué es lo que
necesitas exigir de tu gente, sabiendo sus capacidades y limitaciones. Necesitas comprender a los otros.
2. Habilidades Sociales
Es cierto, ahora eres el nuevo jefe y
debes disfrutar tu nuevo puesto. Lo primero que necesitas hacer es reconocer tu gran esfuerzo y recompensarlo de alguna manera.
Sin embargo, también necesitas tener bien puestos los pies en la tierra y
cuidar el no caer en la soberbia, pues en lugar de ayudar, perjudicaría
todo.
Un líder no es aquél que sabe más, sino
aquél que sabe sacar lo mejor de los demás.
En este caso lo que necesitas es humildad. Es importante que comprendas que el mayor reto es poder coordinar a tu gente, guiarla hasta dónde quieres que
lleguen y encontrar la manera de que tus
intereses sean los de ellos; para esto necesitas de sus conocimientos y ellos
del tuyo. ¿Cómo?
Villafuerte asegura que es momento de
integrarte a través de las habilidades del otro, recuerda que no eres un
sabelotodo y que debes comenzar a confiar en los demás. Un buen consejo es
sentarte con cada colaborador y ver sus mejores
capacidades, analizarlas y delegar lo que sea necesario, asegúrate que comprendan
que es necesario crear confianza.
3. Auto-regularse
Es momento de tomar decisiones, y con
ello, de saber enfrentar los resultados y las consecuencias. La mejor manera de
enfrentar es con paciencia y dedicación, pues el tener un
mejor puesto no significa que no puedas cometer errores, significa que tienes
la capacidad de mejorar la situación y encontrar nuevas soluciones, ¡No te
desesperes!
4. Auto-consciencia
Evita tomar decisiones de manera
impulsiva, antes de hablar verifica cuáles serían las consecuencias de tus acciones y si éstas son las más
convenientes, tienes que ser capaz de adaptarte, y para ello, necesitas ser
sincero y preguntarte lo siguiente:
• ¿Qué sí puedo hacer?
• ¿En qué necesito ayuda?
• ¿A quién debo recurrir?
• ¿Cómo debo pedirla?
• Y… ¿Cómo debo reconocerla?
• ¿En qué necesito ayuda?
• ¿A quién debo recurrir?
• ¿Cómo debo pedirla?
• Y… ¿Cómo debo reconocerla?
Una vez planteado este panorama podrás
saber hacia qué rumbo ir y cómo hacerlo, serás
capaz de tomar riesgos y saber hasta dónde, tu equipo y tú, pueden llegar a
solucionarlo.
5. Motivación
Debes emplearla de manera personal y
con tu gente. Uno de los grandes compromisos del nuevo líder es saber cuánto reconocer y cuándo es momento de una charla proactiva.
El reconocer a tu personal es
fundamental para crear vínculos e impulsar
al desarrollo de cada colaborador. Asegúrate de hacerlo cada que sea necesario.
Cuando hablamos de correcciones o
replanteamientos, es recomendable ser firme
en cada decisión que tomes, pues recuerda que ellos deben verte como una figura de autoridad, así que analiza muy bien la situación antes de dar correctivos.
También es recomendable hacerlo de manera personal y en privado, si la
situación lo amerita.
¿Cómo has
enfrentado un ascenso? ¿De qué manera te servirían estos consejos?
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José G. Quintero E.
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